LA DIRECCIÓN DE LAS LÍNEAS DE LA ESCRITURA I.

Publicado en por Esteban Rama Ramírez Vildoso

Los rasgos de la escritura reflejan de manera inconsciente nuestra personalidad y nuestros procesos mentales. De ahí que aprender a interpretarla sea una herramienta de autoconocimiento verdaderamente útil. En esta sección intentaremos enseñarle a hacerlo de la manera más sencilla posible. Ojalá lo consigamos.

Este mes comenzamos el estudio de un nuevo bloque dentro de la Grafognomía -o anatomía de la escritura- y su correspondiente Grafotecnia -o interpretación psicológica de los rasgos grafognómicos-. Se trata de la DIRECCIÓN DE LAS LÍNEAS DE LA ESCRITURA.

Cuando somos capaces de identificar cuál es la dirección de la escritura de una persona podemos saber mucho tanto de su estado de ánimo como de su enfoque vital en sentido global. Es decir, conocer cómo el individuo se enfrenta a la vida, a las situaciones, saber si tendrá tendencia al entusiasmo o al decaimiento frente a las tareas que deba emprender, si tendrá continuidad en sus esfuerzos...
Algo muy importante de saber, por ejemplo, a la hora de formar equipo con alguien, de elegir a un socio o a un compañero de trabajo.
Partamos para ello de la línea base de la escritura, esto es, la que marcan los renglones horizontales de cualquier libreta; de ese modo, cualquier ascenso o descenso será tenido en cuenta para definir y clasificar la dirección de las líneas de escritura. Para empezar, veamos:

ESCRITURA HORIZONTAL
Es aquella que sigue la línea base de escritura sin ascensos ni descensos respecto de ella.
Este tipo de escritura nos habla de una personalidad emocionalmente estable, equilibrada, controlada, segura y madura psicológicamente.
En casos extremos estaríamos ante una falta de emotividad o represión total de la misma.

ESCRITURA ASCENDENTE
Es una escritura que tiende a elevarse a lo largo de la línea -de principio a fin de la misma-, una escritura que parece que "despega" en cierto modo de la línea base de escritura.
En el caso de que este ascenso sea mayor de 10º tendríamos que hablar de una escritura muy ascendente, que lógicamente radicalizaría su interpretación psicológica.
Las personas cuyas líneas tienen un trazado ascendente suele ser gente de carácter positivo y tendente al optimismo. Personas muy sociables, cordiales, extrovertidas, imaginativas, creativas y, sobre todo, entusiastas. Ahora bien, también se da en personas nerviosas, en caso de fiebre moderada o tras haber ingerido una cierta cantidad de alcohol... Como de costumbre, debemos ver el conjunto y estudiar todos los factores.
En el caso de que estemos ante una escritura muy ascendente, pues, lo primero que debemos hacer es saber cuál fue la colocación del papel ya que algunas personas tuercen la hoja al escribir de tal modo que dan la sensación de que la dirección de sus líneas es demasiado ascendente o descendente sin ser así en realidad. Una vez hecha esa comprobación, podremos deducir que nos encontramos ante una personalidad con las características anteriormente descritas. Ahora bien, llevadas al extremo significan demasiado ímpetu, entusiasmo y excitación, falta de moderación y equilibrio, tendencia a la hiperactividad y a la excitación excesiva. También es propia de personas cuyo grado de ambición es desmedido (ya veremos -cuando hablemos de las firmas- que si una escritura es muy ascendente y también lo es la firma, estamos ante una persona de la que se pueden decir muchas más cosas...)

ESCRITURA DESCENDENTE
Estaríamos ante el caso contrario. Una escritura cuyas líneas -a lo largo de todo su trazado- bajan por debajo de la línea base de escritura más de 5º es considerada una escritura descendente.
La interpretación psicológica de la escritura descendente es muy clara: se trata de personalidades pesimistas, con tendencia a la depresión y que se hunden con bastante frecuencia; personas introvertidas con poca capacidad de trato social.
Pero también puede deberse este tipo de escritura a cansancio físico o enfermedad temporal por lo que sería importante saber si el descenso es o no habitual. Por supuesto, en los casos de depresión esta escritura es habitual y también suele serlo en personas de mucha edad. Si la escritura es muy descendente, en primer lugar debemos confirmar o descartar una mala colocación del papel, típica por ejemplo en los niños.
Pero debemos pensar, en primer lugar, que puede estar motivada por enfermedad o cansancio físico. Y ello por una sola razón: no se debe interpretar a la ligera una escritura muy descendente, en especial si también lo es la firma... pero tampoco podemos pasarla por alto ya que es posible que estemos ante un problema depresivo en su fase más aguda o ante un suicida en potencia. De modo que si, hechas todas las comprobaciones, se diera este caso, estaríamos ante una persona que necesita urgente ayuda profesional para evitar riesgos mayores.

En fin, en los próximos números seguiremos viendo otras posibilidades grafotécnicas y grafognómicas dentro del recién iniciado bloque de la dirección de las líneas. Y puedo asegurar al lector que le sorprenderá la cantidad de variaciones que pueden aparecer en este apartado y el número de curiosidades a nivel psicológico que pueden apreciarse con un simple vistazo a la escritura de una persona...
Por ejemplo: ¿no le apetecería saber al leer una carta manuscrita si su autor es completamente sincero o tiene una gran facilidad para la "diplomacia"?
Atento a los próximos números.


Mª Jesús Escudero Villanueva
Grafóloga y perito calígrafo

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